miércoles, 21 de enero de 2009

Ciberfilosofía: estudio de los problemas filosóficos del internet y el mundo virtual


En este momento estoy empezando a leer el libro "Cyberphilosophy: The intersection of computing and philosophy" que explora el nuevo campo conocido como "Ciberfilosofía", o la rama de la filosofía que tiene por objeto el estudio de los problemas filosóficos asociados con el mundo virtual y el internet.

Algunos de los problemas relacionados con esta nueva disciplina son:

-El problema de la identidad virtual (o el tipo de identidad que asumen los usurios en la web, y cómo ello se diferencia o asemeja a su identidad real, y los problemas filosóficos que todo ello plantea)

-La libertad en la web.

-La ética de los usuarios de internet. Los que están familiarizados con el internet, saben que en el mundo virtual existen diversos tipos de personas, cuyas conductas no siempre reflejan un comportamiento ético. Esto está directamente relacionado con la psicología también, ya que mucha gente con problemas psicológicos, conductuales o sociales (ansiedades, miedos, frustraciones, inhibiciones sociales, problemas comunicativos, de autoestima, soledad, etc.) encuentran en el anonimato y distanciamiento relativo que ofrece la web un medio para dar rienda suelta a sus frustraciones, prejuicios, resentimientos o otros aspectos pertenecientes al lado más oscuro y despreciable de su personalidad, que en su vida real mantienen solapados pero que afloran en su máxima y más cruda expresión en la web.

-La relación entre el ser humano y las máquinas (ordenadores)

-La naturaleza del proceso comunicativo en la web (ej: mediante chats, correo electrónico, blogs, foros de discusión, etc.)

-Cómo el mundo virtual ofrece nuevos ámbitos de investigación filosófica, y cómo diversas ideas de la filosofía influyen en el mundo de la web.

Estos son algunos de los problemas que trata esta nueva disciplina, que se encuentra todavía en formación.

Los que tienen interés en la filosofía, sea porque estudian formalmente esta disciplina (o ven algún curso o materia filosófica en la Universidad), o porque tengan un interés aficionado en ella, podrán encontrar de mucho provecho este libro.

Para mí la filosofía es un disciplina que busca básicamente reconocer, y si es posible, ampliar los límites de nuestro intelecto e imaginación, explorar las fronteras de lo conocido o cognoscible, ser un instrumento para la autocorrección permanente y la liberación de dogmas y prejuicios, además de ser un medio útil para vivir mejor (por lo que tiene un valor intrínseco así como también un valor instrumental). Desafortunamente, en muchos textos filosóficos y en algunos seguidores aficionados de la filosofía, lo que encontramos es un apego ideológico a una cierta cosmovisión, a un cierto sistema de filosofía que ofrece respuesta a todos los problemas actuales o potenciales sobre la realidad (y considerado implícita o explícitamente como "el verdadero"), lo que da un falso sentido de seguridad y confianza sobre cuestiones que quizás no se conozcan con precisión, o sean controversiales debido a las limitaciones actuales de nuestro conocimiento, o a la dificultad intrínseca del problema tratado.

Esto es comprensible desde una perspectiva psicológica, ya que el ser humano busca seguridad emocional, y algunos encuentran sosiego emocional y existencial en el desarrollo o uso del intelecto. Parte de esa búsqueda de seguridad emocional por vía intelectual puede consistir en hacer "predecible" el mundo, o reducir a la mínima expresión la incertidumbre. sobre cuestiones básicas de la vida (quien soy, qué sentido tiene la vida, de qué está hecho el mundo, qué valores definen mi realidad, etc.) Pero filosóficamente, parece deseable aprender a familizarizarse con la incertidumbre (aun cuando ello sea incómodo), porque muchas de las cuestiones que plantea la filosofía (y la vida) no dan lugar a certezas ni dogmas ni a grandes convencimientos (aun cuando algunos "sistemas filosóficos" hagan ver lo contrario a sus seguidores; la sola existencia de sistemas fillosóficos diversos, con visiones incompatibles sobre el mismo problema, revelará al observador externo y no sesgado ideológicamente a favor de alguno de estos sistemas que los problemas de la filosofía no son de tan fácil solución como algunos lo pintan; que cada uno de los temas debatidos son frecuetemente reformulados y cuenta con seguidores hábiles en cada sistema; y que suele ocurrir que muchos grandes seguidores de un sistema se "cambien" a otro sistema después de muchas décadas de reflexión)

Y peor aun, algunos usan la filosofía para justificar ante sí mismos (y antes los demás) ideas preconcebidas que ostentan por motivos no racionales (ej: casi siempre emocionales, o derivados de la psicología individual o el temperamento). Por ejemplo, existen personas de talante dogmático y autoritario (casi siempre muy inseguras de sí mismas, lo que compensan con un ego exaltado y una buena dosis de arrogancia), que no pueden asumir psicológicamente la incertidumbre o la falibilidad; por lo que fácilmente se agarran de cualquier clavo ardiente que les ofrezca respuestas definitivas a los grandes problemas, y los haga por tanto poseedores privilegiados de la "verdad" (esto de paso les sirve de excusa para menospreciar otras personas, a quienes se consideran como inferiores; siendo esto para el ego ensimismado, exaltado y arrogante un alimento y satisfacción equivalente a lo que el agua hace a favor de alguien que esté muriendo de sed). Este tipo de personas tiende a ser seguidora de algún sistema filosófico, y a creer que todos o la mayoría de los problemas de la filosofía ya han sido resueltos por el creador del sistema (aunque no todo el que siga algún sistema de filosofía sea necesariamente así).

Lo más grave de esto es que los seguidores convencidos de estas ideas no notan en sí mismos esta limitación, porque justamente el sistema de filosofía que siguen es autocontenido, es decir, se contiene a sí mismo en una forma en que no puede ser juzgado por criterios externos a dicho sistema sino solo por sus propios citerios (ya que tal sistema ofrece respuestas reales o potenciales a todo, especialmente a las posibles críticas que puedan dirigirse a él; por lo que los que siguen tal sistema no puede reconocer en ellos mismos la limitación intelectual que se han autoimpuesto, la incapacidad de pensar "out the box"). La diferencia entre los seguidores de estos sistemas y el dogma de algunas religiones, es que los primeros presentan sus ideas en el nombre de la razón y los segundos de alguna verdad revelada (pero psicológicamente, ambos tipos de seguidores tienden a parecerse, especialmente en cuanto al fanatismo y la certeza con la que predican y creen sus ideas).

Quien no siga un sistema filosófico de este tipo, será libre tanto de considerar los aspectos positivos o negativos de tal o cual sistema, como de "ponerse en el lugar del otro" al momento de estudiar nuevas ideas sobre el tema que fuese. Esta habilidad es muy difícil de desarrollar, y aun quienes estén entrenados en ella puede encontrarse, eventualmente, en actitudes dogmáticas hacias sus posiciones favoritas. Esto es casi inevitable, somos humanos... Por otro lado, es improbable que haya una persona 100% objetiva; por lo que sería un error considerar que quien esté libre de algún sistema de filosofía será necesariamente más objetivo que los demás. La única ventaja que tiene es que no está intelectualmente limitado por la creencia en un sistema filosófico que le prometa responder todo o casi todo.

La filosofía, cuando se usa como instrumento de autocorrección permanente, tiene una utilidad práctica de gran valor.

Como en otras cosas, el uso que el ser humano haga de los instrumentos que tiene a la mano no depende únicamente de los instrumentos en sí, sino de él mismo. Por ello, más que un instrumento para el dogma, la filosofía para mí es un instrumento para la exploración e investigación permanente.

Y en definitiva, es también un instrumento para la sabiduría práctica, que permita tener una vida mejor y feliz.

Libros recomendados:

Los que que quieran conocer algo más de filosofía, pueden beneficiarse de la lectura de los siguientes libros introductorios:

-Lecciones preliminares de filosofía (autor: Manuel García Morente). Este libro se consigue en las librerías, y puede también comprarse en librerías onlie (por ejemplo aquí)

-Teoría del conocimiento (autor: Johannes Hessen). Hay una versión digital gratuita que puede descargarse aquí.

Los que quieran más información sobre libros introductorios en estas materias, me pueden escribir al correo electrónico para darles algunas sugerencias de lectura adicionales. Pero creo que los dos libros anteriores son la mejor y más sencilla introducción a ciertos temas centrales de la filosofía.