miércoles, 24 de septiembre de 2008

Anwar Rashid: Millonario corrido de su casa por "fantasmas". Un comentario a propósito de esta noticia

Según informa el portal de noticias abc.es, el millonario Anwar Rashid "ha abandonado su lujosa residencia en Inglaterra debido a la presencia de "fantasmas": Anwar Rashid y su familia comenzaron a vivir en la enorme masión hace sólo ocho meses, después de haberla comprado por 6, 5 millones de dólares, pero la abandonaron porque al parecer había fantasmas en la casa"

De acuerdo al diccionario de la lengua española, en su tercera definición, un fantasma es una "Imagen de una persona muerta que, según algunos, se aparece a los vivos".

Existen innumerables testimonios de personas que afirman haber visto fantasmas, especialmente de su familia. Toda persona conoce seguramente a alguien que ha tenido alguna de estas experiencias.

El tema de los fantasmas se considera como un tema taboo, en el que solo creen personas muy ignorantes, supersticiosas, sugestionables o con algún trastorno mental. Esta creencia presupone que los fantasmas no pueden existir (porque son imposibles); y esta presuposición deriva directamente de la tesis materialista de que la mente (o espíritu) es causada y producida por el cerebro, y que no puede existir sin él. Por tal motivo, no puede haber fantasmas de personas muertas, porque al morir el cuerpo, la mente/espíritu se extingue con él (el materialismo, en todas sus versiones, también implica que Dios no existe, ya que por definición Dios es inmaterial; motivo por el cuál un materialista coherente debe necesariamente ser ateo).

(Hay que aclarar que existen muchas doctrinas materialistas, no una sola. Una de las más conocidas es el fisicalismo, pero también existen otras con características diferentes; pero todas ellas tienen en común la idea de que la mente/consciencia/espíritu es producida por el cerebro, y no existe con independencia de él)

Es bastante curioso que la anterior idea materialista la crean también personas religiosas o espirituales, quienes al no ser materialistas, no tienen un motivo ideológico para negar la posibilidad de los fantasmas. Con esto no quiero decir que quien sea espiritual deba creer en los fantasmas; solo digo que quien sea espiritual, o quien sea no materialista, no tiene motivos para recharzar a priori la posibilidad de la existencia de fantasmas basado en la idea de que el espíritu/mente se extingue con la muerte; porque al admitir la existencia del espíritu o la consciencia como algo no material, no se puede descartar que ese ente inmaterial se manifieste en alguna forma (desconocida) después de la muerte del cuerpo físico.

Sin embargo, el no ser materialista no implica que los fantasmas existan. En el caso de que el espíritu subsista a la muerte física del cuerpo, eso no supone necesariamente que ese espíritu se manifestará en forma de "fantasma". En conclusión: el no ser materialista no implica que se deba creer sin pruebas en la existencia de fantasmas; solo implica que su existencia no puede ser descartada de antemano sobre la base de que el espíritu se extingue con el cuerpo.

En cualquier caso, la idea de que solo creen en fantasmas personas ignorantes o supersticiosas es incorrecta y superficial. Existen una serie de científicos que han investigado los casos como el del millonario Anwar Rashid, y han estimado que existe alguna evidencia de que el fenómeno es real. Estos científicos, al no ser materialistas, no han descartado de antemano y por razones filosóficas la posibilidad de este fenómeno pueda existir, y han decidido que sea la evidencia la que determine si esa hipótesis es correcta o no.

Con esto no afirmo que los fantasmas existan por el hecho de que hayan sigo investigados por científicos. Simplemente señalo que no solo gente ignorante o supersticiosa acepta la existencia de fantasmas; y que también gente instruida, con formación científica y con conocimiento especializado acepta su existencia, no por fe, sino por haber experimentado en carne propia estos fenómenos, o por haber investigado durante años muchos casos de personas que afirman haberlos experimentado. Algunos de estos científicos no creían en fantasmas antes de su investigación.

Pero es necesario hacer aquí algunas observaciones. Cuando se presenta algún presunto fenómeno paranormal, siempre se deben analizar diversas hipótesis alternativas adecuadas al caso concreto y que explique todos los hechos (enfatizo esto porque los pseudo-escépticos, que son casi en su totalidad materialistas-ateos, siempre tratan de forzar una hipótesis anti-paranormal, aunque sea insuficiente o inaplicable al caso específico; y esto lo hacen aun cuando la evidencia la obtengan ellos mismos). El zetético toma en cuenta todas las hipótesis que puedan aplicar al caso concreto, incluyendo las hipótesis paranormales y anti-paranormales; porque su interés no es favorecer o desacreditar de antemano una hipótesis concreta, sino descubrir la verdad objetiva.

Algunas tips a tomar en cuenta:

Antes de evaluar las hipótesis aplicables, es necesario conocer a fondo todos los detalles del caso específico. La mejor hipótesis es aquella que, explicando adecuadamente todos los hechos del caso específico, sea al mismo tiempo la más simple. Esto último es importante, ya que si una hipótesis es simple, pero no explica adecuadamente los hechos, debe ser rechazada (no puede sacrificarse el poder explicativo por la simplicidad).

Por ejemplo, la hipótesis de la alucinación debe ser considerada si quien experimenta el fenómeno es alguien con problemas mentales que causen alucinaciones; o alguien que consume drogas alucinógenas; o alguien en cuya casa exista algún campo magnético que afecte sus lóbulos temporales y occipitales (produciendo artificialmente fenémenos alucinatorios). Pero no es aplicable si el presunto fantasma ha sido visto simultáneamente por varias personas sanas y todas coinciden en los detalles (¿cómo pueden alucinar todos al mismo tiempo, produciendo el mismo tipo de alucinación hasta en sus más pequeños detalles?); o si no se constata la existencia de campos magnéticos que afecten el cerebro; o si se producen hechos objetivos que puedan ser objetivamente documentados (ej: mediante videos, grabadoras, etc.); o si el presunto fantasma ofrece datos que pueden ser independientemente verificados con posterioridad, y que era desconocidos por quienes lo vieron (ej: alguna dirección, algún nombre, etc.).

El meollo de la cuestión es que cada hipótesis debe considerarse contrastándola con los datos específicos del caso, y no forzándola por razones ideológicas o porque es nuestra hipótesis favorita o porque ratifica nuestros prejuicios. Para quien no quiera investigar, y ya esté convencido de antemano de que su hipótesis es la única correcta, estas sugerencias serán estériles. Quien tiene la "verdad" sobre algo ya no necesita perder el tiempo investigando lo que ya "sabe"...

En conclusión, si usted ha experimentado algún fenómeno sugestivo de "fantasmas", no se apresure a llegar a esa conclusión. Valore las alternativas; sopese en cada caso la verosimilitud de cada una de ellas; consulte la opinión de quienes hayan investigado seriamemente este asunto, contraste opiniones y puntos de vista, acumule la mayor cantidad de detalles posibles y arribe a sus propias conclusiones.