viernes, 22 de agosto de 2008

Medicina Sistémica y los Adaptógenos de José Olalde: ¿Una alternativa médica viable?

Recientemente, una amiga me comentó que se curó de una psoriasis crónica (una enfermedad de la piel) usando una terapia alternativa conocida como medicina sistémica y adaptógenos que ha sido desarrollada por el ingeniero venezolano José Olalde, conjuntamente con los trabajos de científicos rusos.

No es la primera persona que conozco que me ha dicho esto. Ya había escuchado y leído algo sobre esta terapia, tanto las críticas como las ideas a favor, y mi opinión siempre ha sido la de una prudente duda. Todavía mantengo esta posición.

Sin embargo, parecen existir abundantes testimonios a favor, y alguna evidencia experimental que apoyan algunas de las ideas de esta terapia.

La medicina sistémica es una terapia que se basa en la llamada "teoría sistémica", que es la teoría propuesta por José Olalde para los fines de explicar el funcionamiento de los seres vivos, y mediante ese entendimiento, realizar una terapia conocida como medicina sistémica. Esta medicina usa algo llamado adaptógenos, que son plantas superiores que actúan sobre el organismo ayudándolo a superar o mejorar la enfermedad.

Críticas:

A continuación señalo algunas de las críticas que he leído sobre esta teoría. La mayoría de estas críticas vienen de la medicina oficial (como es lógico), así como de los pseudo-escépticos (que siempre defienden las teorías oficiales como las únicas científicas; son apologistas de la ortodoxia, no exploradores ni pioneros de nuevas propuestas y alternativas). Pero las críticas deben evaluarse por sí mismas, sin atender si vienen de personas interesadas (médicos oficiales) o de sus apologistas ideológicos (pseudo-escépticos), aun cuando estos factores deben tomarse en cuenta a la hora de examinar la imparcialidad y objetividad de la fuente que hace la crítica (por ejemplo, algunos pseudo-escépticos tienen vínculos comprobados con instituciones de la medicina oficial; por lo que es obvio su parcialidad y sesgo a favor de dicha medicina, y su falta de credibilidad como fuentes independientes de información).

Las mejores críticas que he leído son:

1)En medicina, los testimonios no sirven de prueba, debido a que existe el llamado efecto placebo, el cuál solo puede ser descartado por estudios experimentales controlados.

Esta crítica nos parece correcta; ciertamente el efecto placebo debe ser controlado en estudios experimentales, para determinar si el resultado obtenido es producto del placebo, o de la eficacia del medicamento administrado.

Pero también hay que ser críticos con esa crítica, por la simple razón que el placebo no puede curar todo. Por ejemplo, mi amiga con psoriasis tenía esa enfermedad desde hace tiempo, y había intentado varias terapias, habiendo depositado mucha fe en ellas. Si el placebo fuese la única explicación, ¿por qué no se curó con esas terapias y sí con la medicina sistémica? ¿Por qué el presunto placebo fue selectivo con la terapia sistémica?

Por otra parte, ¿cómo puede el placebo "curar" (no solo mejorar) una psoriasis crónica? Los apologistas de la ciencia oficial (pseudo-escépticos) siempre usan el placebo como explicación gratuita alternativa de las aparentes curaciones de la medicina alternativa; pero no hay evidencia sólida de que el placebo pueda curar enfermedades como la psoriasis; por lo que esa explicación alternativa no siempre es aplicable. (Una de las características del pseudo-escéptico es justamente "Contraargumentar basándose en lo que parece más razonable o plausible en vez de en la evidencia empírica"; y para el pseudo-escéptico, lo "más razonable o plausible" es siempre la ciencia oficial; por lo que ellos se toman frecuentemente la licencia de especular gratuitamente y ofrecer alternativas no comprobadas a cualquier teoría heterodoxa; con ello evitan asumir la carga de la prueba de sus propias contra-afirmaciones alternativas, a la vez que defienden y protegen a la ciencia oficial).

Por otro lado, según he podido leer, la medicina sistémica no solo cuenta con un montón de testimonios a su favor, sino además con evidencias fotográficas y también con algunas investigaciones experimentales publicadas en revistas médicas (como en la revista Phytotherapy Research.), por lo que una descalificación gratuita genérica (como hacen los pseudo-escépticos) de esta terapia alternativa no parece muy justificada ni racional. Los pseudo-escépticos tienen la tendencia a despreciar como pseudo-científico e ignorar todo aquello que no aparezca publicado en las revistas científicas, pero cínica e hipócritamente, ellos mismos publican sus críticas "científicas" en sus propias páginas webs y blogs (que editan ellos mismos, y que no son revistas científicas).

2)La medicina sistémica es un gran negocio.

Esta crítica se escucha respecto a todo tipo de terapias alternativas. Pero un examen crítico de esta crítica debe incluir lo siguiente:

-El que una terapia sea un negocio, no significa que no funcione. En un sistema capitalista tal como el que existe actualmente en muchos países, casi todo es un "negocio"; pero de allí no se puede concluir que la actividad objeto del negocio sea ineficaz.

-Si aplicamos de forma coherente esa crítica, deberíamos entonces rechazar también la medicina oficial ya que la industria farmacéutica (que financia muchas de las investigaciones médicas), es un negocio mucho más poderoso que cualquier otro tipo de terapia médica. Los pseudo-escépticos intentan descalificar las terapias alternativas asociándolas a grandes negocios (para insinuar que sus practicantes son estafadores que solo buscan enriquecerse) a la vez que hipócritamente apoyan el gran negocio de la medicina oficial (aunque no lo dicen expresamente, ya que su retórica se hace pasar por "científica" y "racional").

En definitiva, si una terapia X es un negocio, es un asunto completamente independiente de su eficacia o ineficacia médica. Confundir ambos temas, puede indicar que la persona quien realiza dicha confusión está actuando con una deliberada intención propagandística, no de búsqueda de la verdad objetiva. Su propósito es confundir para desprestigiar y reventar el tema, no para clarificarlo.

3)No hay evidencia científica de que la terapia sistémica funcione.

Como señalé anteriormente, existen algunos estudios científicos publicados en revistas médicas. Este es el procedimiento estándar para ofrecer evidencias científicas en medicina. Por este motivo, afirmar que "no hay evidencia científica" a favor de la sistémica es simplemente una mentira. Que esa evidencia sea definitiva o no, completa o incompleta, perfecta o imperfecta es otra cuestión.

Ahora bien, el que haya evidencias en forma de estudios publicados no significa que todo lo que afirma la medicina sistémica, o sus seguidores, sea verdad. Cada afirmación debería evaluarse en función de las mejores evidencias a favor y en contra, ya que no es infrecuente que sobre un mismo asunto médico hayan evidencias y estudios contradictorios.

Los pseudo-escépticos usan el "no existe evidencia" como un comodín para descalificar cualquier afirmación alternativa o no ortodoxa. El pseudo-escéptico solo acepta como evidencia aquella que confirme la ciencia oficial; pero si le ofreces evidencias a favor de una teoría alternativa, proceden en una forma previsible:

-Descalifican a la revista o medio donde fue publicado (con ello envenenan el pozo, para quitarle credibilidad a la fuente). Esta actitud es especialmente hipócrita cuando alegan que la fuente o medio que publicó la evidencia es "interesada" o "parcializada", ya que los mismos pseudo-escépticos citan fuentes interesadas y parcializadas.

-Establecen estándares de evidencias que no pueden ser satisfechos, y que son formulados ad hoc para no aceptar la evidencia que le presentas. Esto lo justifican señalando que afirmaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias (lo que es una máxima razonable; solo que el pseudo-escéptico casi nunca define qué entiende por "extraordinario", ni cuáles son los criterios para determinarlo; ni qué tipo de evidencia concreta aceptaría como válida; esta ambigüedad intencional es usada muy habilidosamente precisamente para que no sea posible refutar la posición pseudo-escéptica. En la práctica, para el pseudo-escéptico, "extraordinario" es lo que contradiga o se separe de la ciencia oficial u ortodoxa; por ende, cualquier evidencia contraria a la ciencia oficial, o producida por investigadores heterodoxos, se considera falsa o inexistente. Es obvio entonces que esta máxima la usa maliciosamente el pseudo-escéptico para establecer criterios de evidencia arbitrarios y ad hoc, diseñados intencionalmente para no aceptar la evidencia en contra de su posición. El propósito final de todo este juego retórico es para el pseudo-escéptico defender la teoría oficial contra toda posible refutación)

-Aun si le presentas evidencias según sus propios estándares y tests, ellos siempre afirmarán que fue producto de la casualidad, del fraude o encontrarán alguna otra excusa. Esta es la mejor prueba de su hipocresía, y del hecho que cuando piden "evidencias" lo hacen retóricamente, no porque les interese realmente investigar la verdad o porque estén interesados en evaluar objetivamente la evidencia. Ellos están convencidos que solo la ciencia oficial es la única correcta; y cualquier teoría alternativa es pseudo-científica y falsa. Y este convencimiento, al tener una base ideológica y emocional (casi siempre el materialismo ateo), no cede ante los contraejemplos ni la evidencia contraria.

A pesar de todo lo señalado con anterioridad, el lector zetético no debe pensar que estoy defendiendo a la medicina sistémica; simplemente señalo la deficiencia de algunas de las críticas que he leído. Pero mi opinión sobre la medicina sistémica es simplemente: no sé si funciona o no. Pienso que debemos tener la mente abierta, pero a la vez crítica, a la hora de examinar esta terapia o cualquier otro tema controversial.

Mi propósito es que cada lector examine ecuánimenente este y otros asuntos, y que llegue a sus propias conclusiones.

La medicina sistémica podría ser, después de todo, completamente falsa e ineficaz... o tal vez no.