jueves, 24 de abril de 2008

Roberto Follari y el análisis de la postmodernidad: desmitificando ilusiones y prejuicios

El tema de la "posmodernidad" y el "posmodernismo" es quizás uno de los aspectos más incomprendidos en la filosofía actual. Se confunde la posmodernidad con el posmodernismo (no son lo mismo), y éstos con cualquier forma de "postestructuralismo", "deconstrucción", "irracionalismo", "desfundamentaación" o crítica a la razón (incluso algunos, en una manifiesta ignorancia, meten en ese concepto a autores "new age", a pensadores orientales, o a autores como Deepak Chopra; todo bajo el rótulo inespecífico de "fe posmoderna")

Uno de los más conocidos estudiosos del fenómeno social de la posmodernidad, y de las ideas posmodernas, es Roberto Follari, profesor de filosofía de la ciencia en la Universidad de Cuyo, en Argentina.

En su artículo "pensar la posmodernidad", Follari resume, en 5 puntos generales, los aspectos esenciales de la posmodernidad y el posmodernismo. Citaremos textualmente cada uno de esos cinco puntos (cuya correcta comprensión amerita la lectura completa de su artículo, y además, la profundización en las obras de los autores que han estudiado este asunto), y haremos algunos comentarios al respecto.

Los puntos que Follari señala son los siguientes:

1)"Lo posmoderno no es “lo contrario” de lo moderno, sino su rebasamiento (Vattimo). Es la modernidad misma que en su autocumplimiento invierte sus modalidades y efectos culturales. El descrédito de la razón, la ciencia y la técnica no ha surgido de una “negación simple” de éstas, sino de su concreción histórico-factual, de su realización"

Los posmoderno, según Follari, surge como consecuencia de la cabal consumación y agotamiento de la razón moderna, cuyas promesas de progreso continuo, y de solución de todos los problemas humanos basado en la "razón" ha manifestado sus limitaciones e insuficiencias. Si bien la razón (en el sentido moderno del término) ha sido decisiva para la evolución tecnológica y la comprensión del mundo natural; sin embargo ha sido insuficiente (hasta el momento) para la solución de los grandes problemas sociales (pobreza, miseria, opresión, discriminación, racismo, exclusión, etc.) e incluso para concebir un modelo político-económico verdaderamente eficiente.

No es infrecuente encontrar a "racionalistas" que apoyaron al estalinismo o al fascismo, o que en la actualidad justifican "racionalmente" la ideología de izquierdas (marxista o no), o la ideología de derechas (en su versión neo-liberal). Estos individuos, que "racionalmente" están de acuerdo sobre temas esenciales respecto del mundo natural; sostienen tesis e ideas radicalmente opuestas e incompatibles en temas sociales.

Lo anterior no significa que la "razón" es mala, o que hay que acabar con ella (como sostienen algunos irracionalistas), sino en ser capaz de reconocer críticamente sus propios límites y falibilidad. Esto último, en sí mismo, es un ejercicio no dogmático de sana racionalidad.

2)"Retomando el punto anterior, no es que exista cultura posmoderna como fruto de la mala enseñanza de filósofos y artistas posmodernistas. Pensar esto, es situarse en el peor de los espiritualismos, que pondría a la teoría en un lugar de constitución de opinión pública y de estilos colectivos de existencia que está a años luz de poseer (y no sólo en esta época de descrédito de lo intelectual). Nunca la teoría ha sido otra cosa que un fruto conceptualizado de tendencias culturales en acto en la sociedad. De modo que poco se ganaría con acallar las voces de los autores posmodernistas: la cultura posmoderna de lo visual, el universo cotidiano “light”, no dependen en absoluto de ellos"

Un marxista debería estar de acuerdo con la cita anterior, ya que el marxismo postula que las ideas y valores de una sociedad son la manifestación superestructural de las condiciones materiales de la sociedad. Por tanto, pretender echarle la culpa de la posmodernidad a la enseñanza de los filósofos o pensadores sería atribuirle a la superestructura ideológica una función que no le corresponde.

Pero los que no somos marxistas también podremos reconocer una pizca de verdad en la cita de Follari, en el sentido de que tenemos que examinar las condiciones sociales que propiciaron (o al menos, permitieron que se difundieran) las ideas de autores posmodernos.

Una analogía la pudiéramos encontrar en lo siguiente: el éxito editorial que tienen muchos autores "new age" puede deberse, en parte, al fracaso de las principales religiones para ofrecer verdadero consuelo y sentido a la vida de las personas. No es raro encontrar gente "católica" o de otras religiones que leen y aceptan las ideas contenidas libros sobre Sai Baba o autores metafísicos "new age", quienes señalan ideas contrarias a la fe católica.

Este ejemplo muestra que el éxito editorial de estos autores tiene un componente socio-cultural, que es el que permite que sus ideas (sean correctas o no, eso sería otro tema) calen firmenente en ciertos sectores de la sociedad. Por este motivo, el estudio de las condiciones histórico-sociales es siempre útil a la hora de comprender por qué ciertas ideas (culturales, artísticas e incluso científicas) pueden ser mejor o peor aceptadas por una sociedad determinada.

3)"Otra cuestión asociada (cada uno de estos puntos no es analíticamente independiente de los otros, sino son “momentos” de una sola concepción global que los implica): resulta imposible acabar con lo posmoderno a partir de solas refutaciones teóricas"

Dado que lo posmoderno obedece, a criterio de Follari, a ciertas condiciones sociales-materiales objetivas, las refutaciones teóricas de los posmoderno solo actuarían sobre la superficie, sobre el "síntoma", y no sobre las causas estructurales de ese fenómeno; por lo que la empresa racionalista de atacar discursivamente a lo posmoderno hasta hacerlo desaparecer estaría condenada al fracaso. Esto ya fue comentado en un punto anterior.

Follari no está diciendo que no se critique el irracionalismo que sostienen algunos posmodernos; lo que está diciendo es que la sola crítica teórica de él, sin cambiar la estructura o las condiciones sociales que lo hacen posible y lo consolidan, sería ineficaz.

4)"Es una muestra de incomprensión de lo posmoderno, incluir allí autores como Foucault y Derrida. No desconozco que esto es practicado por muchos que se autorreclaman posmodernos, pero ello no quita la inespecificidad del rótulo. Lo posmoderno no es cualquier tipo de desfundamentación, y menos aún de deconstrucción"

Como hemos dicho, la mayoría de personas incluye en lo "posmoderno" a todo tipo de irracionalidad. Esto es simplemente una muestra de incomprensión, o para ser más específica, de profunda ignorancia del tema. En ejemplo de esta ignorancia sobre el posmodernismo, puede apreciarse en el libro de Sokal "imposturas intelectuales", que ya Follari criticó en su momento.

La crítica que Follari realizó del libro de Sokal no es una refutación de lo que establece el autor; sino la muestra de cómo Sokal desconoce y confunde conceptos de ciencias sociales, generaliza precipitadamente errores puntuales en los autores criticados, es inconsistente en su propio discurso y sostiene visiones simplistas ya superadas en la filosofía (ej: como el positivismo y el realismo ingenuo).

5)"La posmodernidad es un estilo cultural de época, el posmodernismo un movimiento artístico y teórico que asume como propios los valores de ese estilo cultural. El neoliberalismo, en cambio, una estrategia ideológica para imponer determinados planes económicos. Por tanto, posmodernidad y neoliberalismo son fuertemente diferentes, y por ello precisamente no incompatibles, en tanto no buscan ocupar el mismo espacio"

Aquí Follari establece unas distinciones claves para comprender fenómenos de naturaleza diferente, pero asociadas por vínculos sociales, culturales, teóricos o de otra índole.

Follari ha profundizado en todos estos aspectos en un extraordinario libro titulado "Modernidad y Posmodernidad: una óptica desde América Latina", que debería ser de lectura obligada para el análisis detallado de este interesante tema.

Aunque no compartimos el énfasis cuasi-marxista que Follari usa frecuentemente en su enfoque al analizar los asuntos sociales, creo que muchas de sus reflexiones tienen gran valor, y serán aprovechadas por los lectores "zetéticos" quienes (sean de izquierda, de centro o de derecha) estén dispuestos a analizar críticamente pero con mente abierta y con disposición a cambiar de opinión (si es el caso), nuevas ideas y planteamientos así sean contrarias a su visión personal.